domingo, 8 de abril de 2007

Bolivia, un paraíso menos visitado

La noticia sobre la nueva legislación que incluye a Bolivia en la lista de los países obligados a estar en posesión de un visado para viajar a la Unión Europea, no sólo ha aumentado la tasa de bolivianos que se trasladan a esta zona – aprovechando el plazo hasta la puesta en vigor de la ley-, sino que también ha reducido el número de turistas que, desde Europa, eligen como destino el país latino.
Bolivia, como la mayoría de los países iberoamericanos, depende en gran medida del turismo para su crecimiento. Ahora, tanto la salida de sus ciudadanos a tierras europeas como la entrada de los occidentales al terreno boliviano disminuye ante las dificultades de partir o el temor a la vulnerable situación. La medida parece afectar la vida de habitantes y turistas en uno de los países con más riqueza cultural, arqueológica y natural.
Ubicado en América del Sur, Bolivia limita al norte y este con Brasil, al sur con Paraguay y Argentina y al oeste con Perú y Chile. Por extensión territorial, se constituye como el octavo país en el continente americano y vigésimo séptimo en el ránking mundial. En realidad, su nombre oficial es República Bolívar, en honor al libertador del estado: Simón Bolívar. La ciudad de Sucre es su sede del gobierno legislativo y judicial, situándose los poderes ejecutivo en La Paz.
En su orografía, se puede disfrutar de las altas montañas de los Andes y el famoso Altiplano, así como numerosas colinas y las llanuras de la cuenca del Amazonas. Bolivia comparte con Perú el control del mayor lago navegable del mundo, el Titicaca. También relacionado con el medio ambiente, destaca la fuerte deforestación que se lleva a cabo en el país, en respuesta a la demanda internacional de madera tropical y a la desaparición de la vegetación para usar las tierras en la agricultura. A ello se une el frío y el aire de las alturas que dificulta la combustión de los combustibles y la actividad física de aquellos desacostumbrados a estas nocivas condiciones.
Con una larga y continuada historia de controles semifeudales, señalada inflación, y dependencia de un precio demasiado variable de las exportaciones minerales, Bolivia se mantiene como uno de los países más pobres de Latinoamérica. La administración de Paz Estenssoro trajo consigo, a finales de la década de los 80, nuevas políticas encaminadas al desarrollo del mercado. Su triunfo se tradujo en la disminución de la inflación de un 11.700% al 20% en tan sólo tres años. Los siguientes mandatarios, como Paz Zamora o Sánchez de Lozada continuaron esta política de libre mercado. El primero actuó en contra de su propio partido y de los sindicatos pero consiguió reducir aún más la inflación y obtuvo un crecimiento del PIB. El segundo, por su parte, impulsó la política económica exterior mediante un acuerdo con México y llevó a cabo un programa de privatizaciones que afectaría al sector eléctrico, las líneas aéreas, las compañías estatales y los ferrocarriles del Estado. En este sentido, las principales industrias que contribuyen al crecimiento del país se corresponden con los productos alimenticios y las bebidas, el tabaco, la artesanía, el vestido, el petróleo y los minerales. Como elementos agrícolas de importancia destacan el café, la coca, el algodón, el maíz, las patatas o la caña de azúcar, mientras que como recursos naturales se pueden citar el estaño, la plata, el oro, el hierro, el plomo o el gas natural.

La población boliviana alcanza los 9.329.676 de habitantes, últimos datos contabilizados en el 2006. En realidad, el número de bolivianos se ha triplicado en los últimos cincuenta años alcanzando la tasa anual del 2,25% de crecimiento. La mayor parte de la población se concentra en tres regiones de destacada importancia económica y cultural: La Paz, Santa Cruz y Cochabamba. De esta forma, el eje central y los llanos del país acogen una gran densidad de bolivianos. Además, existe una población joven si tenemos en cuenta que el 60% de los habitantes lo conforman los menores de 25 años. Sólo un 7% de los habitantes supera los 60 años. Con ello, se puede concluir que la tasa de natalidad, aunque ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo elevada sobre todo en las áreas rurales en comparación con las zonas urbanas. Relativo a la esperanza de vida, se cifra en 62 y 67 años para hombre y mujeres, respectivamente. Así, la mortalidad es un factor importante entre los datos sociales de Bolivia, causada en la mayoría de los casos por enfermedades del sistema circulatorio, enfermedades transmisibles u otras causas externas.

3 comentarios:

Marta dijo...

Leche, y yo toda convencida de que la capital era La Paz..., qué cosas...

Elsa dijo...

Pero que sí es La Paz, no? si nos lo puso nuestra querida amiga de RR.II en el examen!!
Lauri, me gusta muuuuucho tu blog!

Nici dijo...

HEEYY!!! QUE BUENA PREGUNTA MANEL!!!