
Si se afirma que uno de los países más visitados por los europeos lleva el nombre de Tunicia, quizás no nos deslumbre demasiado. Sin embargo, si hablamos de Túnez, denominación con la que más se conoce al país, muchos de nosotros logremos localizarlo, bien por haberlo disfrutado en un viaje anterior, bien por barajarlo alguna vez como posibilidad como destino.
Túnez se encuentra en la costa mediterránea africana limitando con Argelia al oeste y con Libia al Sur y Este. Su paisaje es tan variado que ofrece desde acantilados en las costas hasta bosques, valles destinados al cultivo y altos montes en el interior del país, sin olvidar al sur la presencia del desierto del Sahara. En gran medida se trata de un territorio semiárido y desértico arropado por un clima templado: un invierno suave y lluvioso frente a un verano seco y cálido.
Túnez se encuentra en la costa mediterránea africana limitando con Argelia al oeste y con Libia al Sur y Este. Su paisaje es tan variado que ofrece desde acantilados en las costas hasta bosques, valles destinados al cultivo y altos montes en el interior del país, sin olvidar al sur la presencia del desierto del Sahara. En gran medida se trata de un territorio semiárido y desértico arropado por un clima templado: un invierno suave y lluvioso frente a un verano seco y cálido.
Lejos de alcanzar en número los inmensos recursos naturales de los países con los que hace frontera, Túnez se alza con el desarrollo de una economía que ha traído cierta prosperidad al país. La agricultura y la minería se convierten en piezas fundamentales para el sector económico, aunque en los últimos años se ha intentado ampliar el campo de actuación. Algunos de sus productos agrícolas estrellas son el trigo, la cebada, el aceite, el vino o las frutas. En especial destaca la oliva, cuyo árbol peina grandes terrenos a lo largo de todo el país. La importación de productos comestibles se hace necesaria sobre todo en los años de profunda sequía.
El sector industrial trabaja la mena de fosfato y utiliza los productos químicos derivados del petróleo. Tras algunas caídas del precio del petróleo, el gobierno tunecino tuvo que aceptar algunas reformas permitiendo la abolición del control del comercio y la adopción de medidas que permitiesen el cambio al dinar. Sus principales relaciones comerciales se establecen con Francia, Alemania e Italia. Además, Túnez no sólo forma parte de la Unión de Maghreb árabe sino que también es miembro de varias organizaciones económicas.
El sector industrial trabaja la mena de fosfato y utiliza los productos químicos derivados del petróleo. Tras algunas caídas del precio del petróleo, el gobierno tunecino tuvo que aceptar algunas reformas permitiendo la abolición del control del comercio y la adopción de medidas que permitiesen el cambio al dinar. Sus principales relaciones comerciales se establecen con Francia, Alemania e Italia. Además, Túnez no sólo forma parte de la Unión de Maghreb árabe sino que también es miembro de varias organizaciones económicas.
Descendientes de la población bereber, los tunecinos también reúnen la herencia de diferentes civilizaciones. Las numerosas invasiones sufridas o las continuas migraciones que vieron pasar han dejado una señal imborrable en su costumbre y forma de entender el mundo. Elementos aportados por los fenicios, romanos o vándalos, entre otros, se mezclaron para crear la cultura actual. Pero, sobre todo, destaca la influencia notable de la tradición francesa. El país tunecino fue hasta 1851 un protectorado bajo el área de poder de Francia, por lo que los vínculos políticos, económicos y culturales con este país están fuertemente marcados en los diversos ámbitos de la vida tunecina.
En la actualidad, Túnez cuenta con casi 10 millones de personas que habitan a lo largo y ancho de su extensión geográfica. Su tasa de crecimiento no es excesivamente elevada, un 1,09%, mientras que la esperanza de vida mantiene la misma característica, siendo de 74,4 años. En su mayor parte, un 98%, son habitantes de origen árabe mientras que el porcentaje restante se corresponde con la tradición europea o judía.
En cuanto a la lengua, el árabe se posiciona como idioma oficial dejando en un segundo lugar al francés, de gran utilidad e importancia en el sector comercial. Sin embargo, la capacidad de los tunecinos de hablar idiomas se extiende a lenguas como la hispana, el alemán o el inglés, quizás impulsados por la necesidad de subsistir gracias a las oportunidades que le ofrece el turismo, entre otras actividades.
En cuanto a la lengua, el árabe se posiciona como idioma oficial dejando en un segundo lugar al francés, de gran utilidad e importancia en el sector comercial. Sin embargo, la capacidad de los tunecinos de hablar idiomas se extiende a lenguas como la hispana, el alemán o el inglés, quizás impulsados por la necesidad de subsistir gracias a las oportunidades que le ofrece el turismo, entre otras actividades.
Para encontrar más información sobre Túnez, se pueden visitar las siguientes páginas: